Hope filled luggage

Una maleta llena de esperanza

por Diana Álvarez

Para enfermarnos lo único que necesitamos es estar sanos. Un día te dicen que tu función renal es insuficiente y que lo mejor que puedes hacer es trasplantarte antes de llegar a diálisis, pero como aún te sientes bien no prestas mayor atención a las recomendaciones del médico y te descuidas.

En hemodiálisis

Con el paso de los días tú enfermedad va avanzando en silencio y acabando contigo lentamente. Hasta que te vas sintiendo cansada, débil, sin apetito, y con dificultad al respirar, porque ahora tus pulmones están llenos de agua.

Por un milagro, despiertas en un país que no es el tuyo, pero te tratan como si lo fuera. En esa fría unidad de cuidados intensivos en Chile, con los sonidos de tantos aparatos a los cuales estas conectada por decenas de cables de múltiples colores.

Por un milagro, despiertas en un país que no es el tuyo, pero te tratan como si lo fuera.

Mientras lo internalizas, te acarician tiernamente tus cabellos y una voz dulce susurra al oído: tuviste tu primera diálisis. Por un momento eterno, tu mente queda en blanco y sin mayores recuerdos de las últimas 36 horas. En lo único que piensas es: “Gracias a Dios estoy viva,” aunque tu vida siga pendiendo de un hilo.”

3 días despuésPasan los meses. Tienes una cita sagrada tres veces a la semana con una maquina que hace por ti lo que tu cuerpo ya dejo de hacer; este es tu ritual con la vida. Así siguen los días, mientras estás en el protocolo prestrasplante, durante tres meses y medio, haciendo parte de la lista de espera para ser trasplantada de riñón de donante fallecido que nunca conociste.

De repente, suena el teléfono y recibes la llamada que tanto anhelabas; ¡por fin se ha dado!

Te presentas en la hora señalada con una maleta llena de esperanza.

Pides a los cielos que tu cuerpo acepte el más maravilloso de los regalos. El don de una familia anónima que, en medio del mas profundo dolor ante su perdida, dejó de lado el egoísmo y falsas creencias, para brindarte una segunda oportunidad de vida. No te conocen, pero te bendicen.

Todo sale mejor de lo esperado. Recuperas el brillo en tu mirada. Te llenas de energía. Sonríes más de lo que acostumbrabas en días recientes. Usas el tiempo que destinabas a cumplir tu cita con aquella fría maquina para compartirlo ahora con tus seres amados y queridos. Aprovechas cada minuto de tu vida, haciendo cosas que pensaste que no podrías volver a hacer nunca más o probando hacer otras nuevas para ti; cuidando siempre de ese tesoro que está dentro de ti y que ahora es parte tuya. Ahora tu cita es con la vida.

Ahora tu cita es con la vida.

La donación de órganos no sólo cambia el estilo de vida de quien lo necesita sino de quienes le rodean. Debemos concientizarnos de su importancia. Nunca sabemos cuándo tú, o alguien de tu familia, o un ser querido, necesite de un trasplante de órganos.

La donación de órganos no sólo cambia el estilo de vida de quien lo necesita sino de quienes le rodean.

Una cita con la vida

Toma un tiempo ahora y habla con tu familia al respecto. Con tu ayuda podemos salvar muchas vidas más.

Soy Diana Álvarez, tengo 35 años, y soy trasplantada renal desde hace tres años. Estoy felizmente casada con el mejor compañero de vida, y soy un testimonio vivo de que las pruebas de la vida te hacen más fuerte.

Hoy por mi, mañana por ti.

DIANA ÁLVAREZ
Medellín, Colombia
Mayo de 2017

9 Comentarios

  1. ¡Que historia tan linda!

  2. Yo perdí un riñón a causa del cancer y sé lo que se siente. Me da gusto que estás bien y muy feliz. Dios nunca nos abandona.

  3. Eres una luchadora. La vida te dio otra oportunidad. Te queremos, tu familia.

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