por Sandra Lorenzo
Ivonne es una inspiración para mí.
Primero que nada, me dio la bienvenida (a mí, una mujer argentina, ¡a quién se le hubiese ocurrido!) a su grupo de amigos venezolanos de forma incondicional; siempre con una sonrisa y con un gran sentido del humor. Por cierto, ella es muy cómica contando chistes.
Cuando aún casi ni nos conocíamos, nos invitó a su casa y cocinó para nosotros a disfrutar de la mesa y la camaradería. Con todo, lo que más me cautivó fue su fe en Dios. Recuerdo que me decía cómo acostumbraba a orar por su esposo durante los tiempos difíciles. También me compartió cómo se levantaba cada mañana a orar primero que cualquier otra cosa, algo que las mujeres de Dios debemos hacer; sus palabras me estimularon para yo comenzar a hacer lo mismo.
Es por eso que ella no sólo inspira, sino que también es una luchadora y una adoradora, quien ama a Jesús. Por todas estas cosas, he ha afectado mi vida profundamente para bien.
¡Oro para que el Señor continúe imprimiendo Su grandeza en la vida de Ivonne!
Con amor, Sandra